Transcurría el mes de Julio del año 1851, y en el Puerto de Valparaíso un temporal comenzaba a azotar la costa y cerros porteños, provocando que las aguas del pacífico se comportaran de manera inusual, desquitándose con las embarcaciones que en ese momento se encontraban recaladas en su territorio.

Una de las naves que en ese momento se encontraba en el puerto era el Vapor “Perú” propiedad del empresario William Wheelwright y bombero de la recién fundada 2da Compañía de bombas de la “Asociación contra Incendios de Valparaíso”. Este Vapor realizaba sus labores entre el puerto de Valparaíso y el Callao del Perú bajo la firma de Pacific Steam Navigation Company junto a su hermano el Vapor “Chile”.

Era la Madrugada del día Martes 8 de Julio del año 1851 y la tormenta llegaba a su tercer día, dejando a su paso las consecuencias de la fuerza de la naturaleza en donde edificios estuvieron bajo la amenaza constantes de las marejadas y algunas embarcaciones menores fueron totalmente destruidas con el poder de las olas que embistieron la costa del puerto. Se acercaban ya las 10 de la mañana y el temporal bajaba sus brazos, dejando a los porteños con un sentimiento de tranquilidad. Pero ese silencio que se sentía luego de la retirada de la lluvia y el fuerte viento se vió interrumpido por un resonar proveniente desde el edificio de la Bolsa de Comercio, en ese instante los voluntarios de bomberos dieron respuesta inmediata ante el llamado que hacía la ciudadania a través de la campana que sonaba intensamente y sin dar aliento. El auxilio tenía como origen una emergencia que se producía en la playa “El Almendral”, una zona rural de Valparaíso en donde el Vapor “Perú”  fue arrojado a dicho lugar producto del intenso oleaje del temporal que iba en retirada, y con esto un incendio se originó en las carboneras que daban el impulso a la nave construida de madera, cobre y bergantín. El trabajo realizado por los jovenes bomberos fue extenso y desgastante realizando diversas labores como la extinción propia del fuego que afectaba la embarcación, sacando provecho de la cercanía con el mar que mojaba sus calzados , o como otros en la misma cubierta y rodeados por el humo rescataban la carga desde sus bodegas para evitar que la desgracia fuera mayor.

Los bomberos que combatieron el incendio vieron como las personas prestaban ayuda para poder controlar el siniestro ante el cansancio de los voluntarios, aliniandose con la organización que mantenian bajo las órdenes del entonces capitán de la 2da Compañía Otto Uhde.

«Compañía Segunda de Bomberos»

Valparaíso, martes 8 de julio de 1851 (A las 3 1/2 de la tarde)

Señor Secretario:

«El infrascrito, capitán de la 2da. Compañía de Bomberos, se dirige a Ud., para que se sirva poner en conocimiento del Directorio, el acontecimiento que ha originado el servicio de la Bomba a mi mando.

A las diez de la mañana de este día, se me dio parte por el Secretario del Cuerpo, que el vapor inglés «Perú» (propiedad de la Compañía del Pacífico) que hace la rotación de la quincena en estas costas i varado a las 8 de la mañana en la playa del Almendral, a consecuencia del recio temporal que estamos experimentando; daba principio a incendiarse en este estado, el carbón que sirve de combustible a su bordo. En el acto pasé a la casa-habitación del Señor Superintendente de bombas, a quien noticiándole esta nueva ocurrencia, personalmente me acompañó al depósito de bombas. Se ordenó se tocase la campana de alarma o de incendio, i a los cinco minutos la 2ª Compañía pudo disponer i conducir su Bomba al punto del incendio, bajo la dirección de todos sus subordinados oficiales, i como 50 voluntarios, más o menos, que en tan corto tiempo pudieron organizarse.

Puede decirse que nuestra bomba prestó servicios al buque incendiado desde las once del día, i tan eficaz que a pesar de la voracidad de las olas, la incesante lluvia, el desorden, i confusión que con nuestros esfuerzos i disciplina pudimos vencer; hasta estos momentos, el fuego está totalmente sofocado i la bomba de mi mando con útiles en depósito.

De más creo recomendar al Directorio, como el vecindario de Valparaíso, la especialidad de tal o cual oficial, de tal o cual voluntario en sus servicios, baste decir a Ud. que la 2ª Compañía, los valientes y entusiastas oficiales y voluntarios, que a la primera señal tomaron posesión de su Bomba, se han conquistado la admiración i aprecio de los nacionales i extranjeros que han presenciado las cuatro horas de un servicio incesante i valeroso, trabajando en su mayor tiempo con el agua al pecho y luchando siempre con todo lo imposible que pudiera oponérsele.

La 2ª Compañía de Bomberos agradece cordialmente los servicios que le han prestado los muy apreciables capitanes de la 1ª i 3ª Compañía de Bomberos.

La 2ª Compañía de Bomberos ha pagado con dinero sonante el servicio de algunos hombres del pueblo que llamó en su auxilio en los momentos del trabajo.

Aceptad, señor Secretario, mis salutaciones afectuosas.

OTTO UHDE, Capitán
JOSÉ ANTONIO MERCADO, Secretario-Tesorero 

República de Chile
Intendencia de Valparaíso
Valparaíso, Julio 10 de 1851.-
Con la más grata satisfacción he leído el parte detallado que con fecha de ayer me da Ud. acerca de los trabajos emprendidos el día del temporal por las Compañías de Bomberos que formaron la Asociación de Incendios, para apagar el fuego que se vio aparecer en el vapor Perú, varado en la playa frente a las casas del Señor (Ángel) Castillo.
Débese, sin duda, al infatigable empeño de los individuos que concurrieron a tan importantes trabajos i a las acertadas disposiciones con que Ud. ha sabido conducir esas operaciones, el pronto i eficaz efecto que se logró, salvando al buque del incendio que amenazaba consumirlo.
Son ciertamente muy recomendable los esfuerzos que en su primer ensayo han hecho los miembros de la Asociación que Ud. preside, i el éxito que sus generosos afanes han hecho palpar, extinguiendo el fuego del vapor Perú, hace esperar muy fundadamente que en cualquier otra circunstancia podremos lisonjearnos de obtener iguales resultados. Altamente satisfactoria ha sido la prueba con que las compañías de bomberos han acreditado la importancia de su institución i por lo mismo felicito en la persona de Ud. a todos los miembros que componen la Asociación de Incendios, por su benéfico pensamiento i por su consagración a un objeto de incalculables ventajas para este pueblo. Espero que transmitiendo Ud. estos sentimientos a los miembros de la Asociación, les asegure también mi distinguido reconocimiento a los servicios prestados en esta vez.
He transmitido, por conducto de sus respectivos jefes, las expresiones de gracias que Ud. dirige, a nombre de la Asociación, a la tropa de línea i de policía que contribuyó a guardar las propiedades e intereses el buque incendiado en los momentos críticos de aquel lance.
Tengo, con este motivo, la satisfacción de reiterar a Ud. las seguridades de mi particular consideración con que soy su atento i S.S.

MANUEL BLANCO ENCALADA 

Así fue la primera emergencia a la que respondió la “Asociación contra Incendios de Valparaíso” y actual Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, con extensas horas de arduo trabajo en donde se vió puesta a prueba la capacidad de sus integrantes que respondieron firmes ante la llamada, sin descanso alguno, creando un plan de acción ante el difícil escenario que enfrentaron.

La historia perdura, la llama viva de aquellos que dieron origen a la institución se mantiene en cada cuartel a lo largo del territorio nacional para responder de la misma manera que quienes extinguieron el fuego del Vapor “Perú”.

Gonzalo Zapata Molina, recopilación.