Compartimos con ustedes este relato basado en las actas del directorio transcritas por Guillermo Villouta M. (Qepd, Voluntario de la Quinta) y nuestras Memorias Anuales, son los días previos a nuestra fundación, esperamos que disfruten esta lectura.

1892

Era otoño en un viejo Santiago. Aniceto Izaga Costa es un industrial minero radicado en Chile, había hecho una buena fortuna en el norte de nuestro país con la extracción de la plata. Había en él un fuerte sentimiento de ayuda a la comunidad, no era un empresario como otros, que solo buscaban enriquecerse en forma egoísta y desmedida exhibiendo su riqueza. Documentos de la época destacaban el buen trato salarial que tenía con sus obreros y su participación en distintas obras benéficas, en las cuales no solo aportaba recursos sino que participaba directamente.

Una de las tantas instancias en que participó fue en la Sociedad de Instrucción Primaria, donde conoció a uno de los directores y además profesor; Santiago Aldunate Bascuñan, abogado y político, quién había sido bombero anteriormente de la Segunda y Quinta compañías. Por asuntos de la minería era cercano a Casimiro Domeyko Sotomayor, actor relevante en esta historia. Su lugar de residencia, el “Barrio de Yungay”, estaba alejado del socorro bomberil en aquella época. Esa inquietud lo llevó a incubar una idea.

Las tertulias en el barrio fueron largas con otros connotados vecinos, la idea de crear una bomba fue creciendo, se sumaron algunos familiares, como sus hijos Tomás y Aniceto, su yerno Mateo Fabres, su cuñado Daniel González Julio y dos familiares de este; Lincoyan Tirapegui Julio y Luis Fernández Julio, el médico Carlos Ugarte y sus hijos también se sumaron. Además del mencionado Aldunate y Domeyko, así se fueron sumando nombres y hombres hasta definir una lista de 22 convencidos de que se debía fundar una compañía de bomberos en el barrio. Hasta ese momento no tenían nada más que el entusiasmo y el valor.

1 de Mayo de 1892

Aniceto Izaga estaba ya listo junto con 22 firmantes, presentarían una carta con la idea de formar una nueva asociación bomberil. Al mismo tiempo lo estaba haciendo un grupo de ciudadanos españoles, guiados por el señor Respaldiza, quién con Aniceto Izaga eran muy conocidos pues eran Directores de la Sociedad Nacional de Minería. La carta se entregó satisfactoriamente, ahora solo queda esperar que respondería el directorio del Cuerpo de Bomberos de Santiago.

Sesión ordinaria del 4 de Mayo de 1892 del Directorio del Cuerpo de Bomberos.

A las 20:30 hrs, con asistencia del Superintendente señor Enrique Mac-Iver, Comandante señor Ignacio Santa-María, y otros directores, comienza la sesión en el Cuartel General.

“Entre otros puntos se lee la carta firmada por el señor Aniceto Izaga, Santiago Aldunate y 22 caballeros más ofreciéndose para organizar una compañía en el barrio de Yungay. También se leyó la proposición del señor Respaldiza.

El Directorio aceptó con entusiasmo ambos ofrecimientos, acordando dar las gracias a los ofertantes y designando una comisión del Comandante y Secretario General para que se pongan al habla con los comisionados y lleven adelante en todas sus partes, la organización de las futuras compañías.

En atención a la fecha de las presentaciones, (1 y 4 de Mayo) se acordó asignar el nº 9 a la Compañía para el barrio de Yungay y el nº 10 para la española.

Se cambiaron algunas ideas sobre el material que desde luego se podría entregar a las nuevas Compañías, acordándose no tomar determinación definitiva sino una vez que los comisionados hayan entrado en arreglos con los mismos organizadores. Se contaba con la bomba chica de la 4ª y alguna de las tres de la 1ª quedando el Sr. Izquierdo, Director de aquella,  de manifestar de cuál de ellas se podría disponer.”

23 de Mayo

La respuesta había llegado del directorio, la traía el mismísimo Secretario General Emiliano Llona, Aniceto Izaga y los 22 entusiastas se encontraban reunidos para la lectura de la carta. La respuesta positiva desató el júbilo, felicidad y abrazos, Aniceto Izaga sonreía orgulloso con la carta recién entregada en su mano. Rápidamente había que ponerse manos a la obra. Lo primero fue designar una comisión para preparar el reglamento que solicitaba el Directorio, además de analizar otros asuntos como la viabilidad económica de esta empresa voluntaria.

El lema sería “Deber y Abnegación”, fue propuesto por la comisión organizadora integrada por Aniceto Izaga Costa, Santiago Aldunate, Luis Fernández Julio y Casimiro Domeyko, aprobado en sesión preparatoria del 23 de Mayo de 1892. El reglamento fue facilitado por la Quinta Compañía gracias a las gestiones de Santiago Aldunate. Pero faltaba el sostén económico. Aniceto Izaga compromete dineros; entrega una de sus propiedades, ubicada en Santo Domingo con Libertad, junto con eso y tras gestiones previas, también entrega recursos para la compra de la bomba a vapor de la Quinta, que si bien ya tenía varios años de uso (1873) aún podía entregar un servicio satisfactorio. Se redactan los escritos y quedan listos para ser entregados a la brevedad.

Sesión ordinaria en 1º de Junio de 1892

Con asistencia del Superintendente señor Enrique Mac-Iver, Comandante señor Ignacio Santa-María, y otros directores, comienza la sesión en el Cuartel General.

“El Secretario General informa que de conformidad a lo resuelto en la sesión anterior, las personas firmantes de la solicitud para organizar estas Compañías, habían celebrado reuniones presididas por él, en ausencia del Comandante, en que habían designado personales de oficiales provisorios para proceder al arreglo de reglamentos y demás trámites necesarios hasta llegar a obtener del Directorio el acuerdo por el que se les considere como Compañías de bomberos y que en este propósito habían entregado á la comisión los reglamentos de cada una de las Compañías futuras.

Se expuso que por lo que hace al Reglamento de la 9ª Compañía podía decir que no contenía ninguna disposición contraria al Reglamento General y que, salvo detalles de poca importancia, este Reglamento era en casi su totalidad la reproducción del que tiene la 5ª Compañía. El Directorio le prestó su aprobación ordenando se archivara.

Comunicándose desde luego a la 9ª que podrían proceder a organizarse definitivamente y encargando al mismo señor Comandante y Secretario manifestaran a la 9ª en su primera reunión al mismo tiempo que los votos de agradecimiento los más sinceros de felicidad a nombre del Directorio.

Unos pocos días después, un sábado 4 de Junio se realizó la fundación de la “Bomba Yungay”. 22 bomberos dijeron “firme” al pasar la lista por primera vez.

128 años han pasado desde aquel día.

Por: Vol. Activo Daniel Raposo y Equipo de Redes Sociales